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In Others’ Words

Mario A. Boza

2 Mayo 2015

M.S. Álvaro F. Ugalde Víquez

“Toda una vida dedicada a la conservación de la naturaleza”

Álvaro Ugalde Víquez nació el 16 de febrero de 1946 en la ciudad de Heredia. En 1970 obtuvo un Bachillerato en Biología de la Universidad de Costa Rica, y en 1973 recibió una Maestría en Manejo de Recursos Naturales por parte de la Universidad de Michigan.

Tenía 24 años de edad cuando fue nombrado, a partir de abril de 1970, Administrador de Santa Rosa y luego del Volcán Poás, aunque había trabajado desde meses antes como responsable de Santa Rosa en forma voluntaria (Cahn y Cahn, 1979). Cuando el autor de estas líneas tuvo que dejar el puesto de Jefe del Departamento de Parques Nacionales, en 1973, afortunadamente Álvaro pudo continuar al frente de este departamento, y a partir de 1977, como director del Servicio de Parques Nacionales, creado por la Ley Nº 6084. Ugalde continuó como director de Parques Nacionales hasta 1979, después de 1983 a 1985 –lo que incluye periodos en los que se fue a Estados Unidos a estudiar y a recaudar fondos para el Servicio– y luego de nuevo de 1991 a 1993, época en que le tocó comenzar a resolver el grave problema de la pesca ilegal dentro de los límites del P.N. Isla del Coco (Ugalde, 2007). Entre el 2003 y el 2006 Álvaro ocupó el puesto de director Regional del Área de Conservación Osa, posición desde la cual se preocupó muy especialmente por consolidar las áreas protegidas de esta unidad administrativa.

Durante todos los años en los que Ugalde estuvo a cargo del Servicio de Parques Nacionales, asumió siempre una actitud de gran defensa de la integridad de las áreas protegidas, obtuvo un gran apoyo internacional, tanto técnico como económico; avanzó en profundizar la aceptación pública de la importancia de proteger y desarrollar el sistema de parques y reservas, y logró consolidar técnica, administrativa y financieramente el Servicio de Parques Nacionales. También parecía que estaba siempre en “…movimiento perpetuo” (Cahn, 1979). Gran parte del enorme apoyo que el presidente Daniel Oduber le dio al sistema de parques se debe a las gestiones de don Álvaro. También se debe a Ugalde la decisión que tomó Oduber de crear en 1975 el P.N. Corcovado. Sobre este tema, se puede decir que fue don Daniel quien buscó a Ugalde. En efecto, a los pocos meses de iniciada su gestión como presidente de la República, don Daniel estaba de visita en el Catie cuando se encontró de repente con Ugalde, a quién le preguntó qué estaba haciendo y le pidió que lo fuera a visitar (Cahn y Cahn, 1979). Don Álvaro –con cierto temor– lo fue a visitar a la Casa Presidencial y el resultado de esta conversación fue el hecho de que Oduber comenzara a confiar plenamente en lo que Ugalde estaba haciendo como director de Parques y terminara convirtiéndose en el mejor amigo que los parques nacionales de Costa Rica hayan tenido jamás.

Durante todos los años en que Álvaro Ugalde estuvo al frente de Parques Nacionales, le tocó enfrentar desde presidentes y políticos de turno hasta gente en contra de la conservación, y pronunciamientos de instituciones nocivos para las áreas protegidas. En 1972, por ejemplo, por solicitud de la Sra. Margarita Black de Mora, líder local a quien se debe gran parte del mérito de la creación del P.N. Manuel Antonio, tomó un altavoz y, junto con Vernon Cruz Morúa, recorrieron la ciudad de Quepos promoviendo la creación del Parque; y en 1974 tuvo que defender al P.N. Cahuita contra Japdeva, institución que pretendía establecer ahí su centro de recreación, y también contra algunos líderes locales limonenses que querían eliminar esta área protegida en forma definitiva.

Entre 1975 y 1976 don Álvaro coordinó, por solicitud del presidente Oduber, la Comisión Consultiva de Recursos Naturales, que funcionó en el Ministerio de Planificación, y de la cual el autor de estas líneas también formó parte. Esta Comisión analizó la problemática ambiental institucional del país y recomendó, entre muchos otros asuntos, la creación del Instituto Nacional de Recursos Naturales (Inderena).

Entre los años 1990 y 2000, Ugalde trabajó en temas ambientales para el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, y como asesor ambiental para la Fundación Costa Rica-USA. En 1994 fue nombrado miembro de la Comisión Grupo Asesor, cuya función era evaluar el funcionamiento administrativo y operativo de las áreas protegidas del país.

En el 2000 fundó, junto con otras personas del país y extranjeras, el Instituto Nectandra –del cual fue su presidente hasta su fallecimiento–, una organización conservacionista dedicada a la investigación, la protección de las cuencas hidrográficas y la restauración de los bosques nublados de la cuenca media y alta del río Balsa, en los cantones de San Ramón y Zarcero. También en el 2000, Ugalde, junto con otros colegas conservacionistas, participó en la creación de la reserva privada Nectandra Cloud Forest Garden and Reserve, ubicada en los Ángeles Norte de San Ramón, que hasta la fecha mide 130 ha y continúa creciendo. Esta Reserva protege bosques premontanos nublados primarios y secundarios.

Del 2003 al 2006, como director del Área de Conservación Osa, Ugalde pudo lograr una buena protección para el P.N. Corcovado y las otras áreas protegidas alrededor del Golfo Dulce, y obtuvo la ayuda financiera de la Fundación Moore, con la cual se pudo nombrar 60 nuevos guardaparques, que a los tres años fueron incorporados al Presupuesto Nacional. Obtuvo también –entre otros– el apoyo de una organización conservacionista austríaca dirigida por Michael Schnitzler (Ugalde, 2007).

A partir del 2007 y hasta el 2012, Ugalde se dedicó a trabajar, como parte de las actividades del Instituto Nectandra, con comunidades locales, particularmente ASADAS, para la conservación y restauración – como antes se señaló– de la cuenca del río Balsa, que es una subcuenca del río San Carlos. Algunas de las acciones conservacionistas llevadas a cabo fueron los “préstamos ecológicos”.

Ugalde fue fundador y miembro de juntas directivas de varias organizaciones conservacionistas, tanto en el país como en el extranjero, y fue también un incansable buscador de fondos internacionales, que se dedicaban a los diversos programas de conservación en los cuales estuvo involucrado.

Debido a los empeños de toda una vida, Ugalde recibió varios reconocimientos nacionales e internacionales. En 1983, en forma compartida con el autor de estas líneas, recibió el “J. Paul Getty Wildlife Conservation Prize”, otorgado por el presidente de Estados Unidos, Ronald Reagan, en nombre del World Wildlife Fund. También recibió la distinción de “Officer of the Order of the Golden Ark”, otorgada por el Príncipe Bernardo de los Países Bajos, y las denominaciones “Conservation Leader of the 20th Century” de la revista Time (junto con el autor de estas líneas), y la de “Environmentalist of the Year” de la Latin Trade Magazine Bravo Awards. También obtuvo distinciones por parte del INBio y el SINAC/MINAE.

En los últimos años de su vida, Álvaro Ugalde se encontraba pensionado y se había dedicado a colaborar en actividades conservacionistas diversas, como la protección de la península de Osa, particularmente como miembro de la Junta Directiva de Osa Conservation; y la defensa del P.N. Rincón de la Vieja en contra de su segregación para la extracción de energía geotérmica, lo que lo condujo a enfrentamientos con el ICE y el MINAE.

El éxito que tuvo Álvaro Ugalde –“un viejo zorro de los parques nacionales”, como lo ha descrito el colega parquista Jorge Rodríguez Villalobos (Rodríguez, 2012), en todas las acciones conservacionistas que emprendió se debe a que fue un trabajador incansable, poseía una notable inteligencia, era desprendido, tenía un excelente dominio del idioma inglés, conocía a profundidad el tema ambiental, derrochaba buenas intenciones y era una persona honesta por los cuatro costados.

Álvaro Ugalde falleció en su casa en Heredia, el 15 de febrero del 2015, faltando un día para cumplir los 69 años de edad.

Mario A. Boza

Literatura citada

Cahn, R. 1979. Los parques nacionales de Costa Rica. Boston, The Christian Science Monitor. (Comunicación personal).

Cahn, R. y Cahn, P. 1979. Treasure of parks for a little country that really tries. Smithsonian 10(6):64-73.

Rodríguez, J. 2012. Los pioneros del Servicio de Parques Nacionales de Costa Rica. San José, Sistema Nacional de Áreas de Conservación. (Comunicación personal).

Ugalde, A. 2007. Parque Nacional Corcovado. San Ramón, Instituto Nectandra. (Comunicación personal).

image of Alvaro, Dan Janzen, and Mario Boza

Alvaro, Dan Janzen, Mario Boza en el Parque Nacional Santa Rosa (2011)